La Tríada Capitolina de Roma y sus dioses | Proyecto Ambulante
la tríada capitolina de roma

La Tríada Capitolina de Roma y sus dioses

En esta ocasión hablaremos sobre la Triada Capitolina. La palabra “tríada” hace referencia a la unión de 3 elementos o seres que se vinculan entre sí de forma particular.

La Tríada Capitolina es el nombre dado a los 3 dioses valorados como los más importantes de la religión romana: Júpiter (Zeus), Juno (Hera) y Minerva (Atenea).

El nombre “capitolina” le viene dado por la ubicación de su templo, dispuesto originalmente en la Colina Capitolina donde Júpiter Óptimo Máximo o Júpiter Capitolino era alabado.

Si bien es posible ahondar un poco más en la historia de esta mítica triada y los dioses que la componen.

Los orígenes de la Triada Capitolina

La Tríada tiene su origen histórico en la religión etrusca cuando los reyes etruscos gobernaron por primera vez la ciudad de Roma en el siglo VI a.C.

Antes de la Tríada Capitolina tuvo lugar la Tríada Etrusca compuesta por Tinia, Uni y Minerva, tomada como el foco de la adoración estatal.

Los dioses romanos que hoy en día conocemos son el resultado de que alguna vez Roma tomó los dioses griegos, cambió su nomenclatura y los nombró suyos.

Para entrar más en contexto, la antigua religión romana contaba con un desarrollado sistema de rituales y escuelas sacerdotales y panteones.

Sus dioses estaban reflejados en cada hombre cuyas acciones reflejaban comportamientos característicos de la divinidad y la formación de tríadas es una evidencia histórica de este comportamiento que existe desde antes del cristianismo.

Con el uso de triadas, la acción individual de un dios se fortalece al estar unido a otros dioses y representado en una triada como la capitolina.

el dios júpiter en una pintura

La Triada Capitolina y sus dioses

El templo de la Triada Capitolina era el más magnífico y grande de toda Roma y en su interior se encontraban las estatuas Júpiter, Juno y Minerva, pero también los libros sibilinos: los oráculos de Roma, consultados estrictamente en tiempos de crisis.

Júpiter

El primero en la tríada es Júpiter, considerado el padre de todos los dioses y del hombre. La raíz de su nombre ju- significa “luz”, mientras que -piter arroja una referencia directa con pater que significa “padre”.

Como dios creador, su nombre puede entenderse directamente como “el padre de la luz”. Júpiter, hijo de Saturno, era adorado como el dios de los truenos, relámpagos y las tormentas y es el dios supremo alabado.

Compartir la tríada con su esposa y hermana Juno y su hija Minerva, le dio una identidad fuertemente establecida dentro y se convirtió en el protector durante la derrota y también quien otorgaba la victoria.

Se le atribuye haber protegido a Roma durante la guerra y el bienestar del pueblo durante la amnistía. También, es encargado de las leyes y el orden social pues velaba por el cumplimiento disciplinado de los tratados, ligas y juramentos.

Por tanto este dios está estrechamente ligado a la conciencia, la confiabilidad y la obligación, y el respeto que se le tenía a veces estaba afianzado en el miedo de ser castigado por los malos actos.

Las personas de la época temían ser alcanzadas por uno de sus rayos, pero antes del golpe fulminante se daba una advertencia, ya que el castigo se creía debía ser aprobado en ágora por otros dioses.

Juno

Luego estaba Juno, protectora de la nación e incondicional vigilante de la vida de las mujeres. Aunque se desconoce su origen, era una deidad antiquísima que, según algunos, hace su llegada a Roma en el siglo V a.C. como Juno Regina o dicho de otra forma, Juno Reina.

Fue alabada por su carácter protector de Roma y también como diosa del parto, por ello gana el nombre Juno Lucina, que significa “luz”.

Pero sin importar el nombre que llevase, Juno seguía siendo estimada como la diosa que vela por los aspectos de la vida femenina y protegía ferozmente a las mujeres legalmente casadas.

Su festival, Matronalia, celebrado el primer día de marzo, era considerado tiempo de renovación y despertar de la naturaleza. También se esperaba que los maridos hicieran presentes a sus esposas, demostrando cuánto eran valoradas.

Minerva

Por último Minerva, conocida por ser la primogénita de Júpiter, era una de las divinidades más respetadas y destacadas de Roma. Su vínculo con las artes y la sabiduría era estrecho y fue divinizada como la diosa de la guerra y protectora de la ciudad.

Minerva tiene una belleza simple, pero su nobleza y fuerza la convierte en una guerrera y combatiente sin igual.

Esta diosa es apreciada por muchas de sus acciones benevolentes. Fue la compañera de viaje de Ulises, les enseñó a las hijas de Pandora el arte de los oficios para posicionarse dentro de la sociedad y participó en la construcción de la nave de los argonautas.

También fue reconocida como “La diosa de las mil obras” por su desempeño en varias actividades y el manejo de diversas artes.

La concepción de Minerva, brotando de la cabeza de Júpiter, le dio el honor de convertirse en su mano derecha y durante las batallas ella es su consejera más apreciada, ya que destaca por su increíble valentía.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Responsable de éstos datos: Agustín Ruiz | Derechos: Acceder, rectificar, portar, suprimir, limitar y al olvido de toda tu información | Finalidad: Moderar comentarios | Destinatario: No se comunicarán tus datos a persona u organización alguna | Conservación: Hasta que el interesado solicite la supresión | Legitimación: Tu consentimiento. +info.