Son muchas las partes de un castillo medieval ya que tales construcciones eran verdaderas fortalezas que podían albergar ciudades enteras.
De hecho, además de edificaciones para residir, también son verdaderos baluartes, con torres para vigilar y una fosa perimetral para mantener a raya a los intrusos.
Tales castillos detentaban un perímetro de influencia y a su alrededor habitaban campesinos y súbditos del rey, pero cuando las tropas enemigas atacaban el territorio, estas personas se refugiaban en el interior del castillo.
Por lo general, se construían en sitios muy elevados y de acceso complicado, donde las diferentes partes de un castillo medieval eran más útiles.
La idea era elegir un emplazamiento desde donde visualizar a los enemigos y que además pudiera ofrecer ventaja en la batalla.
Las partes de un castillo medieval y sus funciones
Un castillo medieval es un prodigio de ingeniería defensiva, compuesto por numerosas estructuras y cada una de ellas tiene una función concreta. Las partes más importantes de un castillo medieval son las siguientes:
Torreón
Eran grandes torres desde las cuales se defendía el castillo. En su cumbre, los soldados podían apostarse para disparar con flechas o ballestas. También son excelentes atalayas para ojear alrededor.
En ciertos castillos, se usaban para almacenar granos. La idea es que tales granos bajasen por gravedad desde su almacenamiento en el torreón.
Los torreones se hallaban integrados a las murallas, no eran torres independientes. En cambio, las atalayas si eran construcciones aisladas.
Atalaya
Unas torres muy altas y más esbeltas que los torreones. Prácticamente solo tienen espacio para la escalera, que muchas veces es simplemente una “escalera de marinero”. Tenían espacio para una sola persona que recibe el nombre de ‘vigía’.
Entre las partes de un castillo medieval la función de esta torre es exclusivamente de vigilancia. Además, se ubicaba siempre en un punto desde el cual pudiese ganar aún más altura.
El vigía siempre debía tener buena visión del entorno para descubrir posibles enemigos, así como atisbar si los campesinos hacían su trabajo en los terrenos contiguos.
Torre del homenaje
Es la torre principal y donde se ubican los aposentos del Rey o Señor Feudal. Hay que decirse que era una suerte de refugio dentro del castillo.
La torre homenaje estaba resguardada en caso de ataques, pues el Rey podía protegerse en su interior si los invasores traspasaban las murallas. Está muy reforzada con gruesos contrafuertes.
Una de sus características es la ausencia de ventanas y puertas en su planta baja. La idea era impedir cualquier entrada de enemigos, incluso aunque se tratase de traiciones y sediciones dentro del propio castillo.
Murallas
Envolvían todo el perímetro del castillo. Eran altos, gruesos y difíciles de escalar. Inicialmente, de forma recta, pero a medida que se diseñan catapultas y luego cañones, empiezan a tener formas muy anguladas para desviar los impactos de proyectiles.
A menudo las murallas tenían un foso. Su cometido era que los atacantes no pudiesen poner escales en la muralla y treparlas.
También se situaban en sitios de complicada geografía para complicar aún más la difícil tarea de ascender por las murallas con escaleras.
Almena
Las almenas eran unas estructuras de forma rectangular que se ubicaban en la parte superior de los muros, quedando en los laterales de los adarves.
Servían para que los defensores se pudieran cubrir en caso de ataques. Estas partes de un castillo medieval daban la curiosa impresión de ser coronas encima de los muros.
Adarve
Era un camino estrecho en la cima de la muralla cuya función era defensiva. Los centinelas lo patrullaban de manera constante y desde allí organizaban la defensa del castillo.
Si duda la mejor de las partes de un castillo medieval para arrojar aceite hirviendo o piedras a los atacantes, siendo la puerta principal de la muralla donde colocaban los principales defensores.
Los atacantes del castillo arrojaban flechas u objetos y para protegerse, se escondían en unas estructuras del adarve conocidas como almenas.
Aspillera
Las aspilleras eran aberturas largas, muy estrechas, colocadas en los muros o en las torres. Su misión era permitir a los defensores tener una abertura desde donde disparar, que a su vez quedaban muy protegidos de los ataques externos.
Algunas aspilleras estaban muy bien escondidas. La intención era que los atacantes no les pudieran ver a simple vista. De esta manera, los defensores podían atacar por sorpresa.
En ciertos lugares de la torre del homenaje también había aspilleras, por lo que estas partes de un castillo medieval eran de suma importancia.
Bastión
Era una especie de torreón que sobresalía del castillo en la unión de dos paredes de modo que quedaba fuera de la estructura cuadrada.
El bastión solía tener aspilleras desde donde se podían defender mejor los muros del castillo sin tener que salir al exterior.
Barbacana
Era una construcción situada en la puerta del castillo que muchas veces se diseñaba como torre. Su misión era tener más control sobre este punto.
La barbacana tenía varias casetas donde se apostaban soldados. También, su adarve era más ancho. Sobre la puerta, solía dejarse una abertura desde donde se arrojaban objetos o aceite ardiendo a quienes querían entrar por la fuerza.
Agujero de asesinato
Comúnmente situado sobre la barbacana, esta abertura se usaba para disparar y arrojar aceite hirviendo a los enemigos que intentaban pasar por la puerta del castillo.
Rastrillo
También situado en la entrada principal, era un entramado de rejas rematadas en punta que se bajaban para proteger las puertas del castillo.
Puente levadizo
Otra pieza defensiva colocada en la entrada de los castillos medievales y una de las partes de un castillo medieval más características.
El puente levadizo se diseñaba con un sistema mecánico de poleas sobre el foso y solo se bajaba para permitir la entrada o salida de personas autorizadas.
Cuando un enemigo acechaba los centinelas daban la orden de levantarlo y los enemigos solo podían pasar atravesando el foso.
Hay que recordar que la puerta era el punto más débil de la muralla, por lo que en ciertos casos se usaba una doble puerta para dar más seguridad a los castillos.
Poterna
Entre las partes de un castillo medieval no puede faltar la poterna, una pequeña puerta trasera por donde se podía salir de la fortificación sin ser visto.
La mazmorra
Una cárcel oscura y tenebrosa situada generalmente bajo tierra en las profundidades del castillo donde se encerraba a los enemigos y delincuentes comunes de la zona.
Las más completas incluso contaban con cámaras de tortura donde se hacia pasar malos momentos a los enemigos del reino.
Patio de armas
Era un patio central, donde toda la comunidad del castillo podía reunirse. Ahí se emplazaban las habitaciones de los soldados y el cuartel principal.
Asimismo daba cabida a la importante capilla del castillo. A la par, estaban todos los almacenes de armas (de ahí el nombre del sitio).
Frente a este patio, estaba la entrada de la torre del homenaje, que en ocasiones tenía una ventana alta desde donde el rey se dirigía a sus súbditos.
Con todo lo mencionado, se puede tener idea de la compleja ingeniería de un castillo medieval. Hay que decir que existieron famosos constructores de castillos de esta índole, gente que supo erigir verdaderas fortalezas inexpugnables.